La possessió de Son Lladó, ubicada en el sur de Mallorca, debe su origen a la conquista en favor de la cristiandad de la mallorca musulmana por parte de las tropas del Rey Jaume I, en el siglo XIII. Toma su nombre de uno de los nobles que acompañaban al rey y le correspondió en el reparto (en este caso, dos hermanos provenientes de Lladó, población situada en el Alto Ampurdán catalán).
En el siglo XVII la possessió se dividió en dos,
Son Lladó Vell que cuenta con una torre de defensa del siglo XIII y las edificaciones más antiguas y que perteneció a la familia Lladó hasta finales del siglo XX
y la finca que nos ocupa, convertida hoy en el Agroturisme Son Lladó, que promueve el proyecto del Ecomuseo Son Lladó.
Habiendo heredado una finca cuyas edificaciones y tradición agraria datan del siglo XVII, ubicada en Campos, población con un esplendoroso pasado agrícola ganadero pero en claro riesgo de desaparición en la actualidad, nos parece adecuado e interesante dedicar una parte de las instalaciones del agroturismo a mantener vivo y valorizar el patrimonio material e inmaterial ligado a la tradición agrícola y ganadera del municipio de Campos.
El enfoque del proyecto va encaminado a presentar las peculiaridades de un municipio que no siguió los mismos patrones de desarrollo que la mayoría de localidades de Mallorca.
La abundancia de agua en su subsuelo y la poca profundidad de sus acuíferos permitió a la población de Campos desarrollar una importante actividad agrícola-ganadera gracias a los sistemas de regadío. Con ocho kilómetros de costa, el boom turístico de los año 60 coincidió con la época dorada de su economía agraria, motivo por el que no se tuvo demasiada prisa por adaptar el municipio a las demandas turísticas y una de las razones por las que la costa de Campos es una de las mejores conservadas de la isla hoy día, con las emblemáticas playas de “Es Trenc” i “Ses Covetes” al frente.
Las norias y los molinos de viento para la extracción de agua “Molí de Ramell” en la primera mitad del siglo XX y la llegada de los motores diesel a mediados de siglo permitieron desarrollar esa agricultura de regadío con explotaciones ganaderas anexas.
La instalación de motores eléctricos y bombas sumergidas en la segunda mitad del siglo XX coincidió con el punto más álgido de la economía de Campos, basada en la producción de leche y carne de vacuno. Florecieron explotaciones agrícolas de regadío por toda la comarca, a la par que se empezó con la sobreexplotación de sus acuíferos. Ello provocó una intrusión de agua marina y la consecuente salinización de los pozos.
Nos interesa especialmente rescatar y poner en valor toda esta ingeniería mecánica, de alto valor paisajístico también, que representaron los molinos «de Ramell» para la extracción del agua y que quedó relegada y obsoleta con la llegada de las nuevas tecnologías. Por ello, se instalará un molino «de Ramell» a escala que realizará esta función en un estanque habilitado a tal fin en el jardín del agroturismo.
A su vez, pretendemos construir un pozo figurado en el que se instalarán, una vez restauradas, unas de las primeras bombas de pistón accionadas por un motor Diesel instaladas en Campos y que aún conservamos en la finca.
Se aprovechará también para poner en exposición máquinas y herramientas usadas antiguamente para la realización de tareas ligadas con el medio rural que hemos podido recopilar.
Por supuesto, se recogerá en la medida de lo posible todo el “saber hacer” y cultura tradicional ligada a esta ingeniería y a las prácticas agrícolas de la época, aprovechando que aún viven las últimas generaciones que poseen esta información. A tal fin, ya hemos empezado a documentarnos, realizando las primeras entrevistas, localizando libros y material audiovisual con valiosa información.
También nos importa el paisaje sonoro y ya hemos iniciado la grabación de los primeros registros sonoros, que jugarán un papel básico en nuestro proyecto.
Contaremos con el espacio físico, las instalaciones del Agroturisme Son Lladó destinadas a ello, y con un espacio virtual, esta plataforma web que ya hemos arrancado, para difundir entre los clientes del agroturismo y el público en general estos conocimientos. En un futuro inmediato queremos llegar también a los escolares, creando unas aulas didácticas y visitas organizadas especialmente preparadas para ellos, en las que los registros sonoros tendrán un papel fundamental.
Ofrecemos un canal abierto y un espacio físico a cuantas personas quieran de una forma u otra colaborar en nuestro proyecto.
Animados, cada vez más, por amigos y conocidos, esperamos contar también con el respaldo e interés de todos vosotros.